El cuerpo de una mujer embarazada se prepara naturalmente para la lactancia, pero además puede mejorar sus posibilidades de amamantar con éxito si considera los siguientes consejos:
Mantener una alimentación balanceada para ofrecer a su bebé leche de calidad.
Beber abundante líquido. 8 vasos de agua diarios.
Usar un sostén adecuado de acuerdo al crecimiento de sus pechos. Recuerda que debe ser un modelo cómodo y de soporte adecuado.
Asear el pecho con jabones de glicerina o simplemente con agua. El uso de jabones dermolimpiadores o antibacterianos resecan la piel.
Los pezones necesitan estar ventilados y lubricados. En este último caso es aconsejable untar sobre la areola aceites naturales o unas gotas de calostro.
Un consejo curioso es que expongamos nuestro pecho al sol por al menos 5 minutos al día en las horas de menos calor. Para que mejore la elasticidad de la piel debe hacerse directamente, y no através de algún material, como el vidrio, por ejemplo.