La principal actividad con la que los niños aprenden es jugando, y es una actividad que está presente en nuestra vida desde que nacemos. Al principio de forma muy básica, con el objetivo de familiarizarnos con el entorno y aquellos objetos que nos rodean, creciendo en complejidad a medida que vamos avanzando en nuestro desarrollo vital.
En cada etapa del desarrollo infantil el juego adquiere una función distinta y necesita unos elementos diferenciados para que el niño obtenga todos sus beneficios. En los primeros meses de vida el juego tiene un carácter fundamentalmente exploratorio, facilitándole a nuestro pequeño conocer su mundo y así poder conocerse mejor a sí mismo, por lo que cuanto mayor sea la capacidad de interacción que le ofrezcan sus juguetes mejor, ya que esto le brindará más claves sobre su uso y le permitirá aprender con mayor velocidad.
¿Cuáles son los mejores juguetes para esta etapa de su vida?
Mediante el juego el bebé es capaz de mejorar su psicomotricidad, aprender las relaciones espaciales de los objetos, las leyes físicas que gobiernan todo lo que toca, su peso, dimensiones y características distintivas.
En esta etapa los mejores juguetes interactivos para adquirir estos conocimientos son los siguientes:
- Los móviles de cuna. ¿Quién no ha tenido un móvil en su cuna cuando era pequeño? Este juguete es todo un clásico en el universo de los bebés y no hay cuna que no disponga de uno. Mantiene al pequeño relajado mientras observa sus figuritas girando de un lado al otro, y si alarga su manita puede tocarlas, explorando su forma y textura. Los móviles de cuna electrónicos emiten luces de brillo suave que embelesan al bebé y con los que aprende a seguir los objetos con la mirada.
- Peluches interactivos. El peluche del bebé es otro imprescindible de los juguetes infantiles. Se convierte en su primer amigo, que le acompaña a cualquier parte sin separarse de él ni un segundo. Existen peluches que responden a los estímulos del niño, emitiendo sonidos o moviéndose cada vez que éste presiona su patita, por ejemplo. Esto enseña al niño la relación entre un acto y su consecuencia.
- Sonajeros electrónicos. Son como lo sonajeros de toda la vida pero, además de producir un sonido cuando el niño los sacude, emiten diferentes musiquitas en función de la intensidad con que los agita. Esto le permite empezar a entrenar su motricidad fina para intentar producir aquellos efectos de sonido que más le llaman la atención de todo el repertorio del sonajero.
- Gimnasios musicales. Estas pequeñas unidades de entrenamiento están pensadas para que el bebé experimente con todas las actividades que le ofrecen. Tumbado en su esterilla puede manipular los diferentes juguetes que hay a su alcance, como mordedores, anillas y espejitos. Además, la pulsación de diferentes partes del gimnasio mediante pataditas o golpes con la mano produce sonidos y musiquitas que le encantarán y querrá escuchar una y otra vez, repitiendo los mismos movimientos que las provocaron. Todo esto le ayudará a fortalecer brazos y piernas y a reconocer texturas y sonidos.
- Andadera. Más que un juguete, este invento consiste en una plataforma en la que tu bebé conseguirá mantenerse en pie, aprendiendo a dar sus primeros pasos mientras juega con los divertidos objetos que se encuentran en el soporte que le sirve de mesilla para colocar sus manos.
Ahora que ya tienes las claves para que tu bebé desarrolle todo su potencial mientras juega, ofrécele los mejores juguetes interactivos para que se divierta a lo grande. Porque un niño que juega es un niño que aprende.
