Cuando estamos embarazadas a todas las madres nos estremece tan sólo escuchar hablar de la muerte súbita en los bebés. Pero, es necesario el que se conozca más acerca de este terrible problema para intentar combatirlo. Ahora se ha publicado un estudio que indica que los bebés que residen en zonas de mayor altitud tienen más posibilidades de sufrir este síndrome.
Más del doble de casos
El estudio realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, en Estados Unidos, mostró como los bebés que viven en zonas de mayor altitud tienen más posibilidades de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante, SMSL. Un síndrome que sucede a los bebés de menos de un año de edad. Comprobaron como en el estado de Colorado se producen 4,2 casos de SMSL por cada 10.000 nacimientos, pero que esta cifra subía hasta 7,9 cuando los pequeños residían en una zona con una altura superior a los 2.438 metros.
El estudio incluyó un total de 393.000 nacidos en el mencionado estado entre los años 2007 y 2012 y las muertes que se habían producido también en ese período. El 79,6% de ellos vivían en zonas de 1.830 metros de altitud o menos, el 18,5% entre 1.830-2.438 metros y por último un 1,9% lo hacían en lugares situados por encima de los 2.438 metros. Comprobaron cómo estos últimos tenían 2,3 veces más de posibilidades de sufrir la muerte súbita.
No pretenden alarmar a la población, sino prevenir
Señalan los autores de la investigación que en ningún caso su objetivo es alarmar a la población, sino que tanto los profesionales médicos como los padres de los pequeños que viven en lugares de mayor altitud aumenten las precauciones para evitar el SMSL. Como poner al bebé boca arriba en la cuna y no dejar ningún objeto en esta. Además, señalan la importancia de la investigación, ya que a nivel mundial más de 63 millones de personas residen por encima de los 2.438 metros.
Señalan, asimismo, que aunque se desconoce el porqué de esta mayor incidencia del SMSL, creen que pudiera ser debido a que a una mayor altura se produce una disminución de oxígeno en el aire que puede dar lugar a sufrir una hipoxia, una menor cantidad de oxígeno en el cuerpo, que pudiera desencadenar la muerte.
