Después del embarazo, el tiempo pasará volando y tu bebé crecerá cada vez más rápido. Entre los cuatro y los seis meses, nuestro bebé dejará la lactancia exclusiva para adentrarse en un mundo nuevo de sabores y texturas. Sus primeros alimentos en forma de puré, serán las verduras y hortalizas.
Su sistema digestivo cada día está más maduro y ya ha llegado la hora de comenzar con los primeros alimentos. Esta etapa será todo un reto para el pequeño y una aventura para nosotras. La comodidad y rapidez con la que satisfacíamos el hambre y la ansiedad de nuestro bebé en la lactancia, se acabó y comienza una nueva etapa.
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Verduras y hortalizas, sus nuevos amigos
Comenzaremos por verduras y hortalizas suaves como las patatas, las zanahorias, el puerro o las judías verdes. Lo ideal es empezar de una en una para que el bebé empiece a experimentar con los sabores. Poco a poco podremos ir incorporando ingredientes.
Estas verduras de sabor delicado, son fáciles de digerir y su contenido en fibra no es excesivo. Una vez el bebé se haya familiarizado con éstas, a partir de la cuarta o quinta semana podremos incorporar nuevas verduras como la calabaza o el calabacín.
Al principio es aconsejable utilizar siempre como base la patata e ir añadiendo una de estas hortalizas, de esta manera podremos detectar en caso de que le siente mal, cual ha sido la causante.
Recuerda utilizar siempre alimentos frescos y en perfecto estado. Lávalos muy bien y pélalos para eliminar cualquier resto de tierra o productos químicos e intenta cocinarlos con el agua justa y en un breve periodo de tiempo para que no pierdan sus nutrientes. Una vez triturado, podemos añadirle una cucharadita de aceite de oliva para mejorar su textura y sabor. No es aconsejable abusar de la sal. Nuestros pequeños todavía no reconocen el dulce o el salado con lo que sus cuerpos no lo necesitarán. Más vale acostumbrarlos a comidas con poco sabor que a altas en sales y azúcares.
No os agobiéis si las primeras veces vuestro bebé solo come unas cucharaditas. Para ellos es algo nuevo y necesitan un tiempo de adaptación. Un pequeño truco es añadir un poquito de su leche habitual al puré para que el sabor sea más agradable y no les resulte tan extraño.
