Cuando Emily Morgan, de Ogden, Utah en Estados Unidos, decidió junto con su marido y su hija embarcarse en un crucero por el Caribe no se imaginaba como terminaría el viaje. Se da la circunstancia de que estaba embarazada de 5 meses, lo cual no impidió que se lanzara a navegar con la autorización de su ginecólogo. Pero aquel viaje que empezaron 3 lo terminaron 4, te contamos lo ocurrido.
Comienzan las contracciones lejos de un puerto
A Emily Morgan le quedaban todavía 4 meses para dar a luz, por lo que pensó que era seguro emprender un crucero por el Caribe para celebrar el tercer cumpleaños de su primogénita. Sin embargo, el 31 de agosto comenzó a tener contracciones. Cuando la mujer empezó a sangrar decidieron llamar al personal médico del barco. Uno de ellos le dijo que no podía dar a luz ya que se encontraban a 14 horas del puerto más cercano. Claro que no era algo que Emily pudiera impedir.
Ayudada por los sanitarios la mujer dio a luz, los médicos le dijeron que había abortado y que debía descansar. Pero la madre insistió en ver al bebé. Después de 45 minutos le dijeron que sí estaba vivo, aunque no esperaban que sobreviviera mucho más tiempo. Emily insistió, quería ver a su hijo estuviera como estuviera.
El bebé, todo un superviviente
Cuando por fin lo tuvo en brazos pudo comprobar que aún estaba con vida, lo mejor era que tenía un color rosado lo que quería decir que sus pulmones estaban funcionando. Lo mantuvieron caliente con toallas y emprendieron una carrera por llegar cuanto antes a Puerto Rico. Lo hicieron dos horas antes de lo previsto.
A día de hoy Haiden, que así se llama, sigue con vida y progresando bien en un hospital de Miami. Se espera que obtenga el alta el 19 de diciembre, cuando tendría que haber nacido.
Sin duda todo un superviviente este pequeño.
