Corrie Rowland de 33 años puede afirmar con rotundidad que entiende la experiencia por la que está pasando su hija y es que si se ha convertido en abuela con solo 33 años está claro que ambas han sido madres muy jóvenes. La propia Corrie con 16 años y su hija Bethany con uno más, con 17. Lo que lleva a esta mujer británica a ser, sin duda, una de las abuelas más precoces de todo el Reino Unido.
Corrie comenta como cuando se quedó embarazada siendo solo una adolescente sintió como si sueños se rompieran en mil pedazos. Añade que sus propios padres se sintieron muy decepcionados con la noticia. Dice que aunque su experiencia en un principio le causó una gran preocupación, luego lo fue superando. Está convencida de que nadie como ella entiende que su hija tendrá que hacer grandes sacrificios para sacar a su bebé adelante. Sin embargo añade que también conoce a la perfección todas las alegrías que experimentará.
Además señala que hace un balance muy positivo como madre joven. Afirma que le ha traído grandes beneficios, ya que se ha centrado más en la vida y ha sido más luchadora. No olvida que aunque tuvo que luchar con tenacidad en el pasado para sacar a su hija adelante, ahora sigue siendo muy joven así que puede disfrutar de la vida y por supuesto de su nieto. Concluye que para ella ser madre adolescente ha sido su mayor triunfo y que confía en que para su hija también lo sea.
Nos sumamos a esos buenos deseos.
Corrie Rowland de 33 años puede afirmar con rotundidad que entiende la experiencia por la que está pasando su hija y es que si se ha convertido en abuela con solo 33 años está claro que ambas han sido madres muy jóvenes. La propia Corrie con 16 años y su hija Bethany con uno más, con 17. Lo que lleva a esta mujer británica a ser, sin duda, una de las abuelas más precoces de todo el Reino Unido.
Corrie comenta como cuando se quedó embarazada siendo solo una adolescente sintió como si sueños se rompieran en mil pedazos. Añade que sus propios padres se sintieron muy decepcionados con la noticia. Dice que aunque su experiencia en un principio le causó una gran preocupación, luego lo fue superando. Está convencida de que nadie como ella entiende que su hija tendrá que hacer grandes sacrificios para sacar a su bebé adelante. Sin embargo añade que también conoce a la perfección todas las alegrías que experimentará.
Además señala que hace un balance muy positivo como madre joven. Afirma que le ha traído grandes beneficios, ya que se ha centrado más en la vida y ha sido más luchadora. No olvida que aunque tuvo que luchar con tenacidad en el pasado para sacar a su hija adelante, ahora sigue siendo muy joven así que puede disfrutar de la vida y por supuesto de su nieto. Concluye que para ella ser madre adolescente ha sido su mayor triunfo y que confía en que para su hija también lo sea.
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