Los científicos continúan investigando la forma de producir leche con iguales características a la materna. Nuevamente, el uso de genes humanos en vacas lecheras ha dado sus resultados.
La idea de este experimento ha surgido para reemplazar la leche de fórmula por un tipo de alimento más nutritivo e ideal para alimentar a los bebés en sus primeros meses de vida.
El resultado de este experimento ha permitido que las vacas produzcan lactoferina, lisozima y alfa-lactalbúmica; 3 componentes que contiene la leche materna, y que son esenciales para proteger al bebé de enfermedades. La noticia, como era de esperarse, no ha sido bien recibida por varios sectores, que entre otras cosas dudan sobre la efectividad y seguridad de la leche producida por animales modificados genéticamente.
Desde luego que una investigación como esta deberá pasar por varios estudios hasta estar convencernos de sus beneficios en la alimentación del bebé.
