Cuando estas embarazada y piensas en la lactancia, la verdad es que por mucho que leas y te cuenten, no sueles tener ni idea sobre cómo es realmente. Es algo que debes vivir y que con cada peque es diferente. Hoy quiero hablaros desde mi experiencia como naturópata pero sobre todo como madre.
Tengo que decir que la lactancia que tuve con mi hija Ada, así se llama la mayor, fue maravilloso, esa es la palabra que mejor la resume.
La verdad es que no empezamos con buen pie ya que me tuvieron que practicar una cesárea, mi niña decidió ponerse de pie dos días antes de salir de cuentas, así que no quedó otra. Después de sacarla, me la enseñaron, le di un besito y luego me llevaron dos horas en la REA. En ese tiempo solo pensaba en mi niña, en cogerla en brazos y darle el pecho; con cada minuto que pasaba comencé a tener más miedo a que no se enganchase bien al pecho, la verdad es que fueron dos horas muy tristes para mí.
Cuando llegué a la habitación y me dieron a mi niña, la pobre estaba con mucha hambre así que me coloqué y le comencé a dar de mamar. Ada se colocó casi solita y comenzó a comer de una manera impresionante. Me quede maravillada de lo natural que fue todo y muy muy bonito.
Desde ese momento comencé a disfrutar de la lactancia y de todo lo que la rodea. Estuve dando el pecho a mi hija hasta los 16 meses y ha sido una de las experiencias más bonitas que he vivido en mi vida.
Por lo general, cuando hablamos sobre la leche materna nos centramos en los aspectos beneficiosos sobre la salud del bebé, pero hay mucho más.
Os animo a dar el pecho todo lo que podáis, dejaros guiar por vuestro instinto es lo mejor.
Cuando estas embarazada y piensas en la lactancia, la verdad es que por mucho que leas y te cuenten, no sueles tener ni idea sobre cómo es realmente. Es algo que debes vivir y que con cada peque es diferente. Hoy quiero hablaros desde mi experiencia como naturópata pero sobre todo como madre.
Tengo que decir que la lactancia que tuve con mi hija Ada, así se llama la mayor, fue maravilloso, esa es la palabra que mejor la resume.
La verdad es que no empezamos con buen pie ya que me tuvieron que practicar una cesárea, mi niña decidió ponerse de pie dos días antes de salir de cuentas, así que no quedó otra. Después de sacarla, me la enseñaron, le di un besito y luego me llevaron dos horas en la REA. En ese tiempo solo pensaba en mi niña, en cogerla en brazos y darle el pecho; con cada minuto que pasaba comencé a tener más miedo a que no se enganchase bien al pecho, la verdad es que fueron dos horas muy tristes para mí.
Cuando llegué a la habitación y me dieron a mi niña, la pobre estaba con mucha hambre así que me coloqué y le comencé a dar de mamar. Ada se colocó casi solita y comenzó a comer de una manera impresionante. Me quede maravillada de lo natural que fue todo y muy muy bonito.
Desde ese momento comencé a disfrutar de la lactancia y de todo lo que la rodea. Estuve dando el pecho a mi hija hasta los 16 meses y ha sido una de las experiencias más bonitas que he vivido en mi vida.
Por lo general, cuando hablamos sobre la leche materna nos centramos en los aspectos beneficiosos sobre la salud del bebé, pero hay mucho más.
Os animo a dar el pecho todo lo que podáis, dejaros guiar por vuestro instinto es lo mejor.
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