El pasado 17 de noviembre se conmemoró en todo el mundo el Día del Niño Prematuro, una jornada organizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y dedicada a recordar los cuidados y las atenciones extra que se deben desarrollar con los neonatos. Si ya de por sí los bebés recién nacidos son frágiles y delicados, imaginad los bebés prematuros, aquellos que nacen antes de tiempo.

Se calcula que cada año 15 millones de niños y niñas en el mundo nacen antes de término. En concreto, en España al menos uno de cada 13 nacimientos son prematuros. En general, se desconocen las causas que provocan los partos prematuros, aunque se barajan algunas posibilidades: el estrés de la madre, parto múltiple, las técnicas de reproducción asistida, problemas de salud de la mamá o del bebé, etc.

Si nuestro hijo o nuestra hija nace siendo un bebé prematuro tendremos que pensar que necesita mucha paciencia y positivismo, especialmente durante los primeros meses de vida. Es muy importante el cariño de los papás y, en definitiva, de todos los familiares. Porque, sin duda, un bebé prematuro puede salir adelante, no sólo con los tratamientos médicos necesarios, sino también con el vínculo afectivo de la mamá y el papá.

¿Estáis de acuerdo?