Los resultados de hasta cuatro estudios médicos evaluaron que los pistachos, ese fruto seco realmente delicioso, es ideal para introducirlo en una dieta diaria; y es que al parecer, reduce los riesgos cardiovasculares y los riesgos de padecer diabetes gestacional. También reduce los factores de riesgo para el corazón, pero además, estos pistachos están asociados a una mejora de la salud en las embarazadas que los consumen.
American Journal of Lifestyle Medicine publicó una revisión de hasta ocho estudios que hablaban sobre los efectos positivos que obteníamos al consumir pistachos. Gracias a las conclusiones obtenidas, la comunidad científica observó que los pistachos suponen una considerable mejora en los ratios del LDL colesterol (conocido como el colesterol malo) así como del HDL colesterol.
Los frutos secos, el mejor aliado
Los beneficios de comer frutos secos en el embarazo son muchos, por ello, existen otros estudios que aseguran que la dieta mediterránea, en la que el aceite de oliva virgen extra y los frutos secos son una de sus bases, es una de las principales bazas alimenticias para reducir significativamente los problemas cardiovasculares.
Así, en todos estos estudios, las personas que consumían pistachos y otros frutos secos como piñones, nueces o anacardos, contaban con menores grados de obesidad, síndrome metabólico y diabetes.
Hay que tener en cuenta que estos factores son realmente preocupantes en las mujeres embarazadas, siendo cada vez más numerosos los embarazos de riesgo con personas con problemas de sobrepeso, diabetes gestacional o incluso problemas cardiovasculares. Así, alimentos como los pistachos y otros frutos secos serían los aliados perfectos para poder luchar contra estas patologías y conseguir que el embarazo llegue a buen puerto. Evidentemente no es el único alimento que deberán consumir las futuras mamás, pero lo cierto es que la dieta mediterránea pude ser de las más beneficiosas para este tipo de etapas en nuestra vida.
