El otro día tuvo lugar el encuentro de colaboradoras de Elembarazo.net, Family Blog y Cuidado Infantil.net y, entre muchas de las conversaciones que surgieron, el tema del embarazo en el mundo del cine despertó bastante curiosidad. De hecho, una de ellas me dijo que si ya había escrito un post sobre partos en el cine, a lo que llegué a la conclusión de que no, es decir, no específicamente de alumbramientos en el séptimo arte, sino más bien del tema del embarazo en general (al margen del asunto de la lactancia, al que dediqué un post hace poco).
Por ello, me he calentado la cabeza para pensar en films que hayan llamado mi atención por cómo retratan un parto, dejando al margen muchas de las películas de embarazadas que ya he comentado en anteriores artículos y que es obvio que también incluyen escenas de parto.
Sin más explicaciones, iré directamente al grano, que es verano, hace calor, y queremos leer algo refrescante, y no textos largos y aburridos que nos hagan calentar el asiento, ¿verdad que sí? Las seis películas con partos que se quedaron guardados en mi memoria son las siguientes:
- Como agua para chocolate. Preciosa película mexicana basada en la novela de Laura Esquivel. La protagonista asiste el parto de su hermana, y lo hace con excelente habilidad.
- Nueve meses. La cité en su día para hablar de comedias míticas sobre embarazo porque es épica, graciosa y fundamental cuando se trata de nombrar films sobre gestaciones. Y, por supuesto, igual de épico es el momento de los partos.
- Lo que el viento se llevó. Nombrar a la que para muchos es (yo me incluyo) la mejor película de todos los tiempos, me ha hecho pensar en un nuevo tema para posts venideros, el del embarazo en el cine clásico. Pero como esto será para otro día, centrémonos ahora en recordar el inolvidable parto de Melania atendida por Escarlata, y la criada jovencita huyendo despavorida porque le daba miedo la sangre (una escena bastante cómica).
- Amanecer (de la saga Crepúsculo). La escenita en la que se le hace una cesárea a mordiscos a Bella, la protagonista, con la desesperada intención de sacarle a la niña vampira que está devorando sus entrañas es desgraciadamente inolvidable (y desagradable, a partes iguales). Independientemente de que sea lo contrario de realista, no recomiendo a ninguna embarazada que la vea.
- Hijos de los hombres. Es curioso. Cuando estrenaron esta película la vi en el cine pero no recordaba casi nada. Trata sobre un futuro en el que las madres dejan de ser fértiles y ya no nacen bebés desde hace muchos años... hasta que una mujer se queda embarazada, y su protagonista tiene que salvarla para lograr la salvación de la especie humana. De ahí, que uno de sus momentos importantes sea el parto, asistido, por cierto, por un hombre.
- El Doctor T y las mujeres. Es un film raro, diferente, que en general, no gustó. Pero a mí, y me siento muy sola en esto, no me desagradó del todo. La escena del parto final es bastante impactante, ya que Richard Gere, que aquí es un afamado ginecólogo, va a una casa de una familia mexicana donde una mujer está dando a luz, y se ve de forma muy natural (o quizás demasiado) cómo sale el bebé.
Creo que con estas películas ya hemos dado un interesante repaso a lo que es parir en el cine. Y, como siempre, os deseo un embarazo -y en este caso, un parto- de película, aunque mejor si es un poco más tranquilito que el de las seis pelis que os he citado. ¡Hasta la próxima!
