Seguro que has oído hablar recientemente sobre el virus del zika y es normal que si estás embarazada te hagas la siguiente pregunta: ¿qué hago para proteger mi embarazo contra el virus del zika? Por si no lo sabías, el virus del Zika empieza con la picadura de un mosquito, el Aedes Aegypti (el mismo que transmite el dengue y la chikungunya). La enfermedad fue identificada por primera vez en el año 1947, en el bosque de Zika, en Uganda, y se expandió rápidamente a otros continentes. En un principio no se le dio tanta importancia a nivel internacional, hasta que en 2014 el virus Zika llegó a Chile y en mayo de 2015 a Brasil, donde se descubrieron casos de microcefalias en bebés de mujeres que habías sido infectadas por el mosquito Aedes Aegypti durante el primer trimestre de embarazo. A continuación, te explicamos todo lo que una mujer embarazada debe saber sobre el virus del zika: qué es, cuáles son sus síntomas y cómo prevenirlo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mujeres embarazadas presentan los mismos riesgos que el resto de la población mundial de contraer el virus del zika durante el embarazo. Muchas de ellas podrían incluso no enterarse de que tienen el virus, ya que no se conocen síntomas del virus zika oficiales. En general, se piensa que esta enfermedad provoca fiebre leve, erupciones en la piel o manchas rojas, conjuntivitis y dolor muscular, todas ellas molestias del embarazo muy frecuentes y que no tienen por qué hacernos pensar que se ha producido un contagio del virus.

De entre las recomendaciones para prevenir el virus del zika durante el embarazo (y en general) se encuentran: vestir ropa de colores claros, colocar mosquiteras en las ventanas o en la cama, aplicar repelente contra insectos sobre la piel, evitar viajar a los países afectados por el virus zika, asegurarse de que no hay recipientes cerca de casa donde se acumule agua (macetas, jarrones, botes, latas, etc.) y eliminar las zanjas que puedan llenarse de agua cuando llueva.

¿Cómo puede afectar el virus Zika al bebé?

Dejando a un lado las razones científicas que podrían explicar el virus, las mujeres embarazadas quieren saber cómo afecta el virus del zika a los bebés, tanto durante como después del embarazo. Aunque son necesarias más investigaciones, lo cierto es que recientemente se ha detectado un aumento de nacimientos de bebés con microcefalias (es decir, bebés que nacen con la cabeza demasiado pequeña en comparación con su cuerpo) y una serie de malformaciones que no todos los bebés de mujeres contagiadas por el zika las presentan.

Si se confirma que tienes zika o vives en algún país afectado por el virus y estás embarazada, es imprescindible que acudas al médico para que te realicen una ecografía que verifique el tamaño de la cabeza de tu bebé y determinar así el tratamiento adecuado contra el virus.